Fundado en 1961, Crédit Logement Social (CLS) es una asociación sin ánimo de lucro que reúne a más de 30 instituciones de crédito en Bélgica. Su misión es facilitar el acceso a la vivienda a familias de ingresos bajos y medios. Mediante préstamos para vivienda social apoyados por fondos públicos regionales, CLS actúa como un organismo central de coordinación y tecnología, garantizando que todas las entidades miembro ofrezcan financiación justa y asequible dentro de sus marcos regionales respectivos.

Contexto

Bélgica combina una de las tasas de propiedad de vivienda más altas de Europa (alrededor del 70%) con uno de los entornos financieros más complejos. Flandes, Bruselas, Valonia y la Comunidad germanófona operan cada una con sus propias regulaciones e idiomas, entre ellos francés, neerlandés y alemán. Para las instituciones que operan a nivel nacional, esto implica una adaptación constante a normas y expectativas diferentes, intentando al mismo tiempo unificar todas las operaciones bajo una misma plataforma digital.

En este panorama ya fragmentado, CLS agrupa los recursos de 25 instituciones de crédito especializadas, cada una operando en una región con su propio idioma y marco normativo. CLS desempeña un papel esencial en el acceso al financiamiento para la vivienda social, pero las herramientas para cumplir esta misión no habían evolucionado al mismo ritmo. Durante más de tres décadas, CLS operó sobre un sistema heredado desarrollado a finales de los años 80, antes de iniciar su proyecto de modernización.

Los desafíos

La antigua plataforma, desarrollada y mantenida por una pequeña empresa especializada, gestionó alrededor de 60.000 contratos a lo largo de su vida útil, pero ofrecía pocas funciones más allá de la planificación de los reembolsos. Procesos clave como la validación, los informes o los controles de cumplimiento se realizaban manualmente o fuera del sistema.

Cada institución miembro había desarrollado su propio modo de trabajo. Valonia seguía dependiendo en gran medida de los procesos en papel, mientras que Flandes avanzaba en la digitalización, reflejando la brecha Norte-Sur en la madurez digital de Bélgica. Esta disparidad hacía que la consolidación y el cumplimiento fueran particularmente difíciles. La gran dependencia de una sola persona para el mantenimiento del sistema aumentaba aún más el riesgo estructural.

El desafío era claro: unir todas las organizaciones, regiones e idiomas en una única plataforma digital, segura y escalable, capaz de apoyar la misión de CLS de financiar la vivienda social a escala nacional.

La solución

En 2023, CLS y Basikon comenzaron a trabajar juntas en talleres ágiles para armonizar los procesos entre las instituciones, respetando las especificidades regionales. Gracias a la configurabilidad low-code y al motor de flujo de trabajo flexible de Basikon, el equipo del proyecto pudo adaptar rápidamente la solución a las necesidades de cada organización sin necesidad de desarrollos personalizados, ganando así una mayor autonomía.

La ambición de Basikon era cubrir todo el ciclo de vida del crédito: desde la solicitud y validación hasta la generación de contratos, los pagos SEPA, la gestión de cobros y el servicio postventa. Gracias al compromiso de la institución piloto Onesto, que probó el despliegue, la migración y las operaciones de back-office, se creó un marco fiable para todos los demás miembros de CLS.

Los resultados

Con la arquitectura 100 % API-first de Basikon, su configurabilidad intuitiva y su escalabilidad a largo plazo, CLS transformó por completo su antiguo sistema y la manera en que se gestionan los préstamos para vivienda social en Bélgica.

Hoy, CLS gestiona unos 33.000 contratos activos por un valor total de 2.500 millones de euros en una plataforma centralizada, con entre 1.500 y 2.000 nuevos préstamos añadidos cada año. Para miles de hogares, esto representa la diferencia entre la exclusión y el acceso a la propiedad de una vivienda.

Con Basikon, CLS ha creado una infraestructura digital consolidada que abarca todas las regiones y funciona en cuatro idiomas. Los procesos están ahora estandarizados en todas las instituciones miembros, garantizando el cumplimiento de las normas regionales y reduciendo la complejidad. CLS se beneficia ahora de una reducción significativa en el tiempo de procesamiento de las solicitudes de crédito, que pueden revisarse en cuestión de minutos, de una mejora del 30% en las tasas de aprobación, un 90% menos de errores y un acceso más sencillo a los datos para los empleados.

Esto sentó las bases digitales unificadas que refuerzan la misión de CLS y la posicionan como un pilar del financiamiento de la vivienda para familias de bajos ingresos en Bélgica.